sábado, 12 de noviembre de 2011

Nueva polémica en la cultura pop japonesa por acuerdo comercial internacional


La noticia de la semana si bien para muchos ha sido el anuncio de la futura trilogía fílmica de Puella Magi Madoka Magica, ha surgido una nueva polémica en Japón que deja empequeñecido el asunto Ishihara y que merece una mayor explicación de lo que se trata. El día de ayer, el primer ministro japonés Yoshihiko Noda declaró oficialmente sus intenciones para obtener la membresía del Acuerdo Estratégico Trans-Pacífico de Asociación Económica, conocido por sus siglas en inglés TPP. Los efectos de ese ingreso podrían amenazar de muerte a varias expresiones de la cultura pop japonesa como lo son el cosplay, los doujinshi y otras obras derivadas. ¿Cómo es posible eso? Primero tenemos que ver de qué trata este acuerdo comercial.

El TPP es un tratado de libre comercio vigente desde 2006 y que actualmente lo conforman cuatro países de la región Pacífico: Chile, Nueva Zelanda, Singapur y Brunei. Otros seis países están negociando su entrada: Estados Unidos, Australia, Malasia, Perú, Vietnam y Japón. Este tratado tiene el fin de homologar las reglas comerciales entre estos países, en diferentes rubros como mercancías, medidas sanitarias, servicios, incluyendo aquellos relativos a derechos de propiedad intelectual.

Es aquí donde se aborda el problema de cómo las leyes de derechos de autor en Japón podrían ser modificadas y ajustadas hacia un modelo más restrictivo. Algunos críticos como Ken Akamatsu, creador de Love Hina, y Kensaku Fukui, abogado y profesor de la Universidad de Japón, han señalado estos efectos.
  • La policía y los fiscales ya no necesitarán de una denuncia formal de parte del poseedor de los derechos de autor para arrestar y enjuiciar a quien cometa una violación. La actual ley japonesa no lo permite. Una consecuencia inmediata sería el fin del doujinshi derivativo (doujinshi basado en obras existentes) y de las parodias. Según el artista Kazuhiko Hachiya, la policía tendría la discreción de arrestar, sobre todo aquellos que publiquen material erótico; también manifesó su preocupación por la que el cosplay también podría ser perjudicado, ya que la policía puede manifestar que sea una obra derivada y ejecutar arrestos, so pretexto de violación de derechos de autor.
  • Adicionalmente, sería obligatorio el pago de una indemnización a los poseedores de derechos de autor, en contra de los acusados.
  • Se elevaría y se unificaría el término de derechos de autor para todos los países firmantes. Actualmente Japón tiene un término de 50 años a partir de la muerte del autor, excepto trabajos cinematográficos (que son 70 años después de la publicación). En Estados Unidos son 70 años después de la muerte del creador, excepto trabajos coporativos (que son 120 años después de ser creados o 95 años después de ser publicados).
  • Se controlarían las importaciones paralelas. Se refiere a aquellos productos genuinos que son importados a otros países sin el consentimiento de los poseedores de los derechos de autor. Por ejemplo, algunas compañías transportan mercancía anime fuera de Japón, mientras que otras compañías transportan hacia Japón (por ejemplo, los discos de anime hechos en Estados Unidos suelen ser más baratos que los que son producidos en Japón). Con el TPP, el poseedor de los derechos puede restringir o detener este tipo de importaciones.
Se desconoce con qué magnitud recaerán estos cambios radicales, pero pongamos como ejemplo al Comiket, que es el evento de anime más grande a nivel mundial:, tiene como base la publicación y venta de doujinshi de diferentes denominaciones, incluyendo doujinshi derivados. Otro ejemplo conocido es el World Cosplay Summit, el evento de cosplay más importante del mundo y que tiene el apoyo del alcalde de Nagoya y de algunos ministerios del gobierno japonés, con la aplicación del TPP podría hacer que los participantes sean arrestados por la policía por hacer una representación de un personaje sin el consentimiento de los autores.

El tema ha sido debatido en paneles con expertos de la cultura pop, manga y abogados sobre los efectos inmediatos de la entrada de Japón al TPP, que aún no está dentro del sistema, pero que probablemente hará que los comunicadores sociales de Japón peguen un grito al cielo.

Personalmente, a mí me preocupa demasiado este acuerdo comercial y supondría una espada de Damocles, que el gobierno japonés presume que con unirse a acuerdos comerciales sin medir el sacrificio cultural que conlleva, podría desencadenar en una herida mortal en la cultura pop japonesa. La cultura pop es reconocida por el propio gobierno japonés, y me extraña la medida, son conscientes que el manga y el anime generan millones y es uno de los rubros que Japón puede aprovechar ahora que está teniendo una crisis económica agravada por los desastres de este año. Esperemos, que a diferencia del caso Ishihara donde los artistas tuvieron una tibia manifestación en contra, se manifiesten de manera clara y se pueda salvar el doujinshi y el cosplay en Japón.

Con información de Anime News Network (1, 2 y 3)

6 comentarios:

Anónimo dijo...

cosplay, los doujinshi no son parte de la cultura pop, es una invencion occidental, e impuesto a los japoneses,

Taichi dijo...

¿Podrías explicarnos mejor anónimo? Y si tienes la referencia del documento o libro del cual haces mención de lo que has dicho, sería bueno que nos lo dijeras.

Denshou dijo...

Tengo una pregunta y una opinión...

1. No entendí muy bien el punto 3: Osea que las películas que salieron en 1940 ya no poseen derecho de autor y cualquiera puede vender mercancía relacionada sin pagar un centavo?

2. Los creadores de manga y anime siempre han estado de acuerdo con lo del cosplay, con lo del doujinshi no siempre, pero el cosplay como tal no creo que sufra ningún efecto.

Taichi dijo...

1. Todas las obras cinematográficas japonesas anteriores a 1953 ya están en el dominio público. Salvo las películas de Akira Kurosawa, que a través de una decisión judicial, sus películas pasarán al dominio público en el año 2036.

2. Realmente ya existe un precedente, en 2009 la editorial Shueisha obligó al World Cosplay Summit que prohibiera a los concursantes usar cosplays de personajes de series que son propiedad de la editorial. Partiendo de ese hecho, el cosplay también estaría sujeto a discrecionalidad, y tomando en cuenta que no sería necesario que el poseedor de los derechos reclame prohibiciones, sino que las fuerzas del orden público tomarían la iniciativa.

Denshou dijo...

Entonces el problema no son los creadores sino las editoriales y afines. los autores deberían llegar a un acuerdo con las editoriales.

Anónimo dijo...

Yo no haría eso si fuera el Primer Ministro Japonés.
Primero, está el ACTA (Acuerdo Comercial contra la Falsificación), que NOS PERJUDICA A TODOS POR IGUAL; vean el reporte que hice de los efectos negativos de ese acuerdo multinacional en mi blog: imperiounido.blogspot.com
Y ahora me doy cuenta que hay otro acuerdo multinacional que TAMBIEN NOS PERJUDICA A TODOS POR IGUAL: el Acuerdo Estratégico de Asociación Económica. ¿Hasta dónde han caído los grandes monopolios transnacionales?
De continuar este desfile de leyes anticulturales, pronto el mundo quedará como en los tiempos de la Unión Soviética. ¡Ojalá que Dios escuche nuestras plegarias!

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